Cumpleaños
“Hoy día luna día pena
Hoy me levanto sin razón
Hoy me levanto y no quiero
Hoy día luna día pena
Hoy me levanto sin razón
Hoy me levanto y no llego
A ninguna destinación...
Hoy día luna día muero...” (Día luna…Día pena de Manu Chao)
Así fue como me sentí hoy al levantarme después de una larga jornada, eran las 4 de la tarde del día 7 de diciembre de 2004, usualmente este día se diferencia a los otros porque es el día de mi cumpleaños. No se si paso en realidad, pero recuerdo que a las doce del día, antes de estar completamente conciente, me llamo mi hermano para saludarme, lamentablemente no se si conteste bien las cosas que me preguntaba, al rato después fueron mis padres los que llamaron, trate de disimular lo que me pasaba, especialmente cuando hable con mi hermana pequeña, aun así se dieron cuenta o por lo menos sospecharon. Al terminar con esto decidí que debía seguir durmiendo, realmente no hacia dos horas que me había acostado y mi cuerpo no respondía.
El sol abrasante poso sus rayos sin compasión sobre mi ventana, lentamente abrí los ojos, mire el reloj que marcaba las 4:15 PM… -ouch- me dije, tenía que ir a la universidad a recoger algunos resultados, ya estaba retrasado, el calor era insoportable y la herencia de la migraña comenzaba a sentirse mas y mas. Calenté mi almuerzo en el microondas, a decir verdad no probé bocado, no me sentía con ganas de comer nada, la desolación invadía todo el lugar. Sentado en mi sofá, me volvía a quedar dormido, pero el sonido del timbre me saco del letargo, cuando abrí lo primero que vi fue un ramo de Rosas rojas puestas en la entrada, atine a tomarlas, apenas cerré la puerta me dedique a leer la tarjeta, supe entonces que ella en su infinita misericordia se había acordado de mi, a pesar de mis tontas acciones del día anterior ella me envía un lindo ramo de flores, ahora tal vez lo interpreto como la lastima que ella siente por mi, pero lo que represento para mi en ese instante definitivamente no tiene comparación, en los 20 años que tiene su servidor, jamás había esbozado una sonrisa que se le semejase a la esbozada en ese momento.
OH amor mío, que hubiese sido de mí sin esas flores, quizás no estaría aquí escribiendo, quizás mi lucha se habría acabado y mis restos cremados descansarían en el fondo del mar…
