Frag"M"ents

Llevo tiempo sin escribir, por falta de tiempo y por flojera; pero hoy es distinto, hoy debía escribir, porque hoy no fue un buen día. Me levante cerca de las 9 de la mañana, los lunes tengo clases a las 10, como de costumbre me bañe, comí algo y me fui a la universidad, no regrese al departamento hasta la tarde, luego de unas cuantas horas de clases; cuando llegue al dpto me di cuenta que para variar había dejado el celular allí, cuando lo reviso me encuentro con 13 llamadas perdidas, todas hechas desde el celular de mi madre; no quise llamar de inmediato, preferí esperar un rato, me senté en mi escritorio a mirar por la ventana.

Me acorde de mi abuelo Manuel (el paterno), tuvo un paro respiratorio el sábado por la noche y por fortuna lograron estabilizarlo. Durante todo el domingo me la pase con el mal presentimiento y ahora las llamadas de mi mamá me confirmaban el temor que sentía. A mi abuelo lo vi por última vez hace 8 meses y apenas me reconocía, sabía que era su nieto, pero creo que no recordaba mi nombre.

Decidí llamar, me sentía preparado para escuchar la mala noticia, preparado o no, no pude evitar quebrarme cuando lo escuche de la boca de mi padre, nunca había escuchado esa voz en mi padre, afónica, apagada, casi un susurro y yo tan tonto sin saber que decir, me quedaba mudo. Me contó que falleció a las 12:57 hrs de una segunda crisis que fue fulminante para su sistema, la luz de vida para mi abuelo se apago a los 84 años.

En el momento en que los llame, estaban a minutos de tomar el avión rumbo a Santiago, de ahí se iban a Valparaíso. Me siento triste por no poder ir y no estar allá con mi familia, pero tengo tanto que leer y una prueba difícil el miércoles, que me es imposible ir, mis padres lo entendieron, pero no puedo evitar sentirme mal.